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Arquitectos: MTM Arquitectos
- Área: 26090 m²
- Año: 2012
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La ciudad donde construimos esta Plaza Mayor tiene un apellido específico, es una Ciudad Universitaria. La Universidad Autónoma de Madrid ha crecido alrededor de un espacio central de encuentro y circulación, un bulevar verde que se ha convertido en la espina central de la Universidad. En uno de sus extremos la estación de cercanías que nos comunica con la Puerta del Sol. En el otro extremo del bulevar, la Plaza Mayor. La Plaza Mayor es el nuevo centro de servicios de la Universidad; debe manifestar su carácter simbólico y representativo, sirviendo de referencia dentro de la estructura del Campus.
Y la Plaza se soluciona en continuidad con el lugar, proponiendo un nuevo paisaje, soporte de las actividades existentes e incitador de nuevas situaciones: Apoyándonos en el desnivel existente en la parcela y la potencia del bulevar verde que conforma el acceso a las facultades históricas, se construye una plataforma plegada. El bulevar se prolonga así a través de una calle jardín equipada, girando alrededor de una plaza.
Sobre el nivel del terreno natural, por debajo de la rasante, se implanta el aparcamiento, reduciendo al máximo el volumen de excavación y facilitando además su ventilación natural a través de los taludes vegetados perimetrales existentes. Respetando estos “amortiguadores naturales” y sobre el nivel inferior, se construyen dos plataformas intermedias donde se produce la agrupación de programas y la variedad de accesos peatonales a nivel de las calles.
Las torres de comunicación se elevan funcionando como hitos urbanos dentro del conjunto, creando un punto de inflexión perimetral que anuncian los 7 puentes: torres y puentes son entradas, conexiones y acontecimientos que incitan a descubrir el vacío interior: la Plaza Mayor. Las plataformas, son la infraestructura a la espera de incorporar un programa. La solución estructural facilita la coexistencia de una geometría irregular y quebrada, diferente en cada nivel, los distintos usos programáticos inicialmente requeridos y la continuidad de movimientos entre ellos.
Ante un problema complejo la solución estructural es sencilla: un básico sistema de retícula de pilares portantes y losas postesadas de hormigón. La retícula de 5x5 m se mostró la más eficiente y la que mejor se adaptaba a las singularidades de las diferentes plataformas, desde el nivel inferior con la distribución funcional de los aparcamientos, hasta las superiores, ya más liberadas permitiéndonos, reducir la presencia de pilares y adoptar luces de hasta 12,00 m o voladizos de 5,00 m, al compensar los esfuerzos y variar sus diámetros.
La prolongación del paisaje natural que identifica al Campus Universitario, se consigue a traves de la última plataforma-cubierta. La cubierta ya no lo es. Adopta un nuevo carácter más urbano, artificial y equipado. Las situaciones y relaciones que se dan en el bulevar del Campus se reinterpretan y transforman, proponiendo ahora nuevas áreas de oportunidad e intercambio para estudiantes, profesores y visitantes, dotándolo de nuevos soportes e instalaciones para que el espacio sea vivido, valorado y usado de forma continua.
Los materiales sobre la nueva calle se adaptarán a las nuevas topografías configurando dunas, pliegues, playas o recortes; con texturas diversas, blandas, rugosas, peludas y colores acentuados, verdes, naranjas, negros, o arena, con líneas de iluminación, báculos elevados conectados al reloj solar, terrazas y kioscos. Y como con la soltura del primer croquis, se dibuja una línea naranja que con su geometría no lineal desmaterializa el borde conviviendo lo en una línea de conexión con el paisaje del campus y con la lejana presencia de la sierra madrileña.